lunes, 26 de noviembre de 2012

Challenger Tour Finals: análisis de los grupos

Durante la tarde del domingo en Brasil, la noche en España, se llevó a cabo el sorteo de los grupos que conformarán el round robin, a disputarse entre el martes y el viernes. Se clasificarán para las semifinales del sábado los dos primeros de cada uno de ello, enfrentándose los primeros de los grupos verde y amarillo con los segundos del amarillo y el verde respectivamente. Quedará pues para el domingo la gran final. La composición final de ambos grupos es esta:

GRUPO VERDE                                                                                            
 Thomaz Bellucci                                                                                           
 Rubén Ramírez-Hidalgo                                                                               

 Adrian Ungur
 Guido Pella
                 
GRUPO AMARILLO
 Paolo Lorenzi
 Victor Hanescu
 Aljaz Bedene
 Gastao Elias

Como comenté en la entrada anterior, este torneo es un tanto atípico por dos condicionantes clave. Uno, las alturas de la temporada en que se disputa, y otro la condición de terrícolas de todos los aquí presentes. Las fechas, en plenas vacaciones para la mayoría de tenistas, harán que la primera jornada sea un poco lotería. Es difícil predecir si vienen aquí a dar el último esfuerzo, a comenzar su pretemporada... Con lo que el análisis se hace más difícil. Además, la superficie, pista dura a cubierto en el Gimnasio de Sao Paulo, no es la más adecuada para casi ninguno de los contendientes, que se defienden mejor sobre arcilla.


GRUPO VERDE                                                                                            


A priori parece una clara lucha entre Rubén Ramírez-Hidalgo y Adrian Ungur por la segunda plaza, con Guido Pella como 'cenicienta' del grupo y Thomaz Bellucci, invitado de la organización, con el deber de pasar de grupo para mejorar su actuación de 2011, cuando cayó en semifinales. El brasileño es el que mejor se adapta a esta superficie de todos los de su grupo, habiendo alcanzado este año la final en el ATP250 de Moscú (cayó ante Seppi) y robándole un set a Federer en Basilea. La incógnita es su estado de forma, tras un mes desde su último torneo, el de Paris-Bercy.

Por la otra plaza pelearán Ungur y Ramírez-Hidalgo. El español, tenista más veterano de esta edición, tiene un bagaje negativo en sus enfrentamientos ante el rumano (1-4), todos en tierra batida, pero le beneficia ligeramente la superficie. Aunque apenas ha jugado dos torneos en todo el año fuera de la arcilla -US Open y Washington-, su primer saque es bastante potente y difícil de restar, y Ungur aún ha jugado menos que él, participando solo en el Grand Slam estadounidense. Ambos estuvieron hace dos semanas en el Challenger de Marbella, por lo cual no deben haber parado aún la preparación del año.

Cierra la lista del grupo verde Guido Pella, un joven argentino con poca experiencia pero un futuro más que prometedor. Pese a ser el más inexperto tiene un buen futuro por delante. Ubicado en el puesto 124 del ranking ATP, este año superó la previa del US Open y ganó un Challenger en pista dura, pero parece llegar un poco cansado al tramo final de la temporada, la más exitosa de su carrera pero más larga de lo previsto. Va a Sao Paulo a disfrutar y todo lo que sea conseguir alguna victoria será bienvenido, sin ponerse ni un ápice de presión.


GRUPO AMARILLO

El segundo en discordia de los grupos ofrecerá, a priori, una lucha más cerrada. Lorenzi, Hanescu y Bedene son los favoritos al pase, con Gastao Elias, entrada de última hora por la baja de Andreas Haider-Maurer, como espectador de lujo. El portugués, número 144 del ranking, ganó en Sao Paulo allá por el mes enero un Challenger en pista, pero la entidad de los rivales era sensiblemente inferior y parece que no tendrá muchas opciones en este evento. Llega en buena forma pero no debería ser capaz de superar la fase de grupos.

Bedene, tercero en discordia según el ranking ATP -posición 98-, tiene bastantes opciones de acceder a las semifinales. El esloveno, de gran saque, buen drive y poderosa derecha, ha disputado sobre pista rápida los siete últimos torneos de la temporada, por lo que su adaptación debería ser rápida y buena. A sus 23 primaveras, ha vivido el mejor torneo de su carrera y tratará aquí de sumar algunos puntos que aseguren su entrada directa al cuadro principal del Open de Australia sin tener que esperar a bajas de última hora.


Los dos tenistas de mayor clasificación ATP, Paolo Lorenzi y Victor Hanescu -63 y 64 respectivamente- tendrán que lidiar con el agresivo juego del esloveno si quieren hacer valer sus puestos para clasificarse. A sus 30 años, el italiano ha mejorado algo en pista rápida, pero la escasa potencia de sus golpes y su nula precisión con los tiros planes le obligan a un tremendo esfuerzo para rendir en esta superficie.

Mejor adaptado a las canchas duras está el rumano, que firmará su noveno año en la última década terminando en el top100, lo que habla de su experiencia y regularidad. Con un gran primer saque y una amplia variedad de golpes desde el fondo, destacando una derecha con mucho swing similar a la de Robin Soderling, debería pasar a las semifinales si Bedene o Lorenzi caen ante él, sin que Elias debiera suponerle ningún problema.

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