martes, 6 de julio de 2010

Otro más
























Instantánea para la noticia de hoy que, por suerte, vuelve a ser habitual: Nadal con su trofeo de campeón. Poca historia tuvo la final de Wimbledon, donde vimos a un nadal, si no mejor, a un nivel muy parecido al de 2008. Yo personalmente me atrevo a decir que mejor ya que cada golpe que pegaba desprendía una sensación que hasta ahora pocas veces habíamos visto en los partidos del manacorí: suficiencia.

Suficiencia porque ha adquirido tablas en estos meses. Antes, aún sabiendo que casi siempre iba a ganar, le veíamos que tenía que darlo todo, que tenía que hacer golpes imposibles... Ahora, cada vez nos deleita con menos banana shots o con menos carreras de una línea a otra de la pista. Y eso no es malo, sino todo lo contrario. Rafa ha aprendido a gestionar los esfuerzos, a llevar los partidos por donde él quiere con rapidez (más winners, más subidas a la red, mayor eficiencia con el servicio...).

Así fue como jugó contra Berdych. Salvando con comodidas sus saques (no perdió ningún juego al servicio) y apretando al resto en los momentos claves, se llevó el partido en sólo 3 sets sin pasar grandes apuros. Una gozada ver que empieza a mandar aún más que en su época grandiosa de 2008, aunque una pena para un Berdych que ha hecho un torneo fantástico gracias al cual se ha metido de nuevo en el top-ten, y le deseamos que se quede por mucho tiempo.

En otro orden de cosas, recordar que este viernes comienza la Copa Davis. Mañana haremos un breve resumen de los dos jugadores que, al menos a priori, van a jugar los partidos de individuales por la escuadra gala: Gilles Simon y Gael Monfils.

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